¿Estoy perdiendo mi memoria?
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Cuando hablamos de pérdida de memoria de nuestros familiares o amigos de edad avanzada, no parece extrañarnos que no recuerden nuestros nombres, que se desorienten, olviden fechas o simplemente recuerden ciertas cosas, normalmente de un pasado lejano y no reciente. Sin embargo, cuando, como adultos jóvenes o maduros empezamos con ciertos olvidos, la preocupación nos empieza a invadir pensando en cómo terminaremos en nuestra vejez o simplemente pensando que nos pueda estar afectando alguna enfermedad como una demencia.

Es cierto que determinadas enfermedades cursan con una pérdida irreversible de memoria, como las demencias seniles (vasculares, tipo Alzheimer, Parkinson, entre otras), sin embargo, innumerables cuadros patológicos de tipo reversibles o tratables, también cursan con una perdida de memoria alarmante y no tenemos conocimiento de ellas. Te comento algunos:
  • cuadros que afectan el estado de ánimo, normalmente cursan con pérdida de memoria de tipo reciente o a corto plazo. Nuestros neurotransmisores no están trabajando normalmente y muchas veces lo que sobra de un lado, falta en otro. Hablo de trastornos tan comunes como la ansiedad o la depresión, todos los cuadros fóbicos y de ansiedad generalizada. Los medicamentos para estos cuadros médicos también tienen a veces como efecto secundario la pérdida de memoria y eso muchas veces no viene en el prospecto del medicamento, solo lo dice la experiencia médica o psicológica.
  • Los trastornos neuroquímicos del tipo Déficit de Atención (TDAH), también cursan con dificultades de memoria y las explicaciones pueden ser variadas, sin embargo todas llegan a un mismo punto de partida, el neuroquímico. Por un lado, hay un desajuste de neurotransmisores en el TDAH que está intentando funcionar en nuestro cerebro y las diferentes zonas que trabajan para nuestro recuerdo se ven afectadas temporalmente. Por otro lado, cuando hay falta de atención, no estamos poniendo todo nuestro interés en los estímulos que se nos presentan, por lo tanto la huella de memoria que creamos en nuestro cerebro es débil y posteriormente difícil de recuperar. La Memoria y atención van de la mano. Por esta razón, sobretodo los adultos con TDAH, suelen tener esta preocupación de «no me acuerdo de nada», «en el trabajo se me olvida todo!», etc.. Si conseguimos un tratamiento adecuado, tanto farmacológico como psicológico, estas preocupaciones desaparecerán porque todo funcionará en equilibrio.
  • Trastornos del sueño también son desajustes en nuestro organismo que producen problemas de memoria. Es en la fase profunda del sueño cuando conseguimos organizar todo lo aprendido durante el día y fijamos nuestra huella de memoria para un posterior recuerdo. Si con este trastorno siempre estamos en las fases superficiales del sueño, no conseguimos realizar los mecanismos explicados y la sensación de pérdida de memoria o de no aprendizaje es patente.Regulando nuestro ciclo de sueño-vigilia, estas dificultades desaparecen. Cada persona necesita un número de horas diferentes para lograr el descanso y si no es por una razón orgánica, es nuestra responsabilidad darle descanso y horas de sueño a nuestro organismo.
  • Dieta poco equilibrada será una razón importante en nuestra pérdida de memoria.Sabemos que hay alimentos que favorecen un mejor recuerdo debido a que sus componentes trabajan en nuestro cerebro en favor de estas funciones. Serán alimentos que estimulen neurotransmisores y fortalezcan órganos implicados en los procesos de memoria. Elementos como el omega 3, omega 6, complejo vitamínico B y otros muchos componentes, serán los encargados de mantenernos siempre alertas y fijando una mejor huella de memorial.
  • El sedentarismo cognitivo hará que nuestras neuronas se acostumbren cada vez a trabajar menos. La lectura, la escritura, toda la estimulación que podamos dar a nuestros sentidos, razonamiento, cálculo numérico, control mental, todas, son actividades que la vida moderna ha hecho que cada vez hagamos menos uso de ellas. Debemos obligar a nuestro cerebro a funcionar. Así como hacemos ejercicio para ayudar a nuestra musculatura para estar tonificada, también debemos hacer ejercicio neurocognitivo para mantener en mejores condiciones nuestras funciones ejecutivas, como la atención y la memoria.
Si después de tener en cuenta todos estos consejos que te he expuesto aquí, sientes que ninguno de ellos es tu caso y que la pérdida de memoria es alarmante, tal vez es el momento de consultar con un especialista para que evalúe tu caso, pero sin alarmarte!, porque nuestros cerebros son maravillosos y la plasticidad neuronal que tenemos funciona si sabemos darle el tratamiento adecuado.
Carmen Paz Alza Millie.
Psicóloga.
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